Orejas Blancas

La noche cayó antes de lo que ella creyó, se encontraba caminando por los pasillos algo pérdida y solo podía guiarse por la luz de la luna. Su cabello enrulado suelto con solo un moño sobre el, su vestido blanco con negro era su vestimenta y sus zapatos de plataforma con medias blancas casi trasparentes eran su calzado. Su paso era tranquilo y para nada perturbada por la oscuridad que había, no al contrario de lo que se podía creer ella estaba completamente a gusto. Miro a su lado al notar algo rojo, un ramo rosas rojas era lo que en el florero transparente se encontraba. Cerró sus ojos meditando unos instantes y al abrirlos tomo una de ellas sin permiso alguno.

-Disculpen-

Murmuro a la nada mientras la tomaba entre sus manos y olía, amaba su aroma, procuro no lastimarse con sus espinas y continúo su andar. Las sombras que en el suelo se encontraban la hacían tener algo de miedo pero no lo suficiente como para querer salir de allí o encontrar a alguien enseguida. Se sentía como si en historia de terror estuviese, más seguro muy lejos no estaba de ellos. Recorrió la pared y el suelo interesada por aquellos garabatos, dibujos extraños y hasta perturbadores. Miro pronto unos conejos en rojo, sonrió sin más feliz.
Pequeños animalitos corriendo en rojo, el rojo de la sangre. Sin más comenzó a seguirlo semi-corriendo por el pasillo, presionó la rosa para que no se le caiga y derramando pequeñas gotas de sangre, por la herida ocasionada al clavarse sus espinas en su frágil piel, su paso se acelero sutilmente mientras soltaba una pequeña risilla. Pequeñas y esponjosas colas, orejas blancas y largas, sí ese era un conejo y ella lo quería, quería al conejo aunque egoísta sonase, y no como mascota ni como juguete solo quería verlo y nada más, no buscaba otra cosa esta vez. Solo se podían oír sus pasos al correr, nada más, el silencio en aquel lugar que aun dudaba si estaba realmente habitado era espeluznante, daba la sensación de que alguien huía de algo inexistente, mentía, nada era realmente inexistente.

-Solo uno-

Aseguro en voz alta y sin darse cuenta, entre tanto trotar, sus pies se cruzaron y al suelo cayo, la rosa de su mano se desprendió y un sutil grito de dolor se le escapo. Sus ojos se permanecieron cerrados con una mueca de dolor, sus rodillas dolían y sus codos también, mas su rostro por suerte no se golpe. Sus manos sobre el suelo, la herida sobre el dibujo del conejo, y la otra a un lado fueron su soporte para no lastimar su rostro, no quería tener moretones en él, eso arruinaría todo su rostro. Sus manos dolían horrores al tener que contener todo su peso en ellas, abrió lentamente sus ojos en silencio total, todo estaba en silencio otra vez.

Como siempre no podia quedarse en su habitacion esa maldita necesidad que tenia de vagar por las noches, soniando que podria encontrar su primera victima, encontrar por fin la primera persona que moriria en sus manos, en fin no importaba, esta noche y quizas en muchas mas no tendria el gusto de poder cumplir su fantasia, llevaba como siempre su chaqueta negra, y unos pantalones negros todos de cuero apretado al cuerpo, marcando su fisico, su cinturon era facil de ver pues el blanco con la hermosa luz de luna que habia esta noche relucia mas no dejaba ver su rostro pues solo se podian contemplar sus ojos, el paniuelo cubria su boca y su cabello la frente...

Siguio caminando por los pasillos, a los lejos escuchaba unos pasos y unas risillas, una situacion algo tetrica, la risa era de una femina y al parecer perseguia algo luego de esto camino hacia el lugar donde estaba esta voz sonaba, su paso era cuidadoso, sin hacer ruido caminaba en la penumbra como si fuera parte de la sombra su cuchillo a la mano como siempre por si debia luchar, pero a una femina esta noche no queria matar, ya cada vez lo escucbaba mas cerca por lo que sin detenerse vio una pasillo que se unia desde el otro...

al entrar a quel pasillo vio justo como caia la joven, esta era una ninia muy linda, su cabello relucia preciosamente con la luz de luna, pero lo que mas le llamo la atencion fue aquel extranio pero delicioso olor, provenia de la chica, ese olor a sangre que ya habia sentido antes, estaba muy sutil sobre la joven, a un metro de el vio una hermosa rosa con su tallo ensangrentado por lo que supuso que la joven la cargaba pero que estaba siguiendo pues para caer de aquella forma debia haber estado casi corriendo, no importaba en vez de pensar seria mejor preguntar por lo que se puso en cucliyas frente a la joven y la miro...

-Debes tener cuidado en estos pasillo pues el piso no es muy agradable para recostarse en el, no lo crees asi?...- *Trataba de ser agradable con ella pero el agrado nunca significa ni significara nada para el*

-Me Llamo kris y tu jovencita?...-

Se puso de pie y ofrecio la mano a la joven, no sabia porque quizas era la exitacion que le provocaba la sangre lo que le hacia ser complaciente con la joven, no importaba que fuera estaba algo extraniado pero al mismo tiempo atraido por aquel olor, esa sensacion que provocaba en el el liquido carmin que algun dia el derramaria de otra persona...

Caroline, no habia escuchado nunca ese nombre, era extranio pues luego de un anio aca era poco usual que no supiera los nombres, de seguro era una chica nueva, no lo sabia, no le importaba en lo absoluto, su mente se desconecto por un segundo al sentir aquel liquido en su mano, un escalofrio recorrio su espalda, no podia evitar sentir cierto placer al sentir la mano de la joven con la suya, tenia un fetiche bastante extranio el joven con la sangre...

-Va-Vaya caroline, muy hermoso nombre, esa flor es tuya?, podria tomar tu flor?...-

No sabia porque pero tenia ansias de jugar con la joven, la sangre estaba haciendo efecto sobre la mente de daemon, esto era muy malo pues no sabia el rango de la joven, quizas estaba insultando a una aristocrata y de seguro eso le traeria aun mas problemas que los que le trajo toparse con eriz, en fin no podia disminuirse tampoco, empunio un poco la manos cuando la joven estuvo de pie y cerro los ojos sentia como la sangre se juntaba y comenzaba a caer como pequenias gotas al suelo, luego abrio los ojos y se llevo la mano a la boca para darle una ligera lamida a la sangre de la joven, el sabor metalico de ella era parecio a los que ya habia probado antes...

-supongo que podria ser muy divertido jugar con esta jovencita por lo que sera mejor que la ayude, supongo que quizas con ella si esta a mi nivel podria encontrar una "amiga"- *Penso*

Se acerco a la rosa que habia en el suelo y la tomo sintiendo nuevamente el liquido carmin en sus dedos, pero esta vez las espinas se clavaron en la mano del joven por lo cual apreto un poco mas el punio para sentir como se enterraba en su mano, ahora su sangre estaba mezclada con la de ella en la flor por lo que llevo la rosa ante su nariz y olio esta, el olor que tenia era simplemente delicioso...

-Que delicia, es realmente un deleite de principes este aroma, tomala y huelela te daras cuenta de lo que hablo...-

vio como la joven se acercaba a el y la forma en que olia la flor, sonrio al escuchar las palabras de la joven, y para sus adentros se pregunto para luego sonreir -Que demonios nos ocurre a los ninios estos dias?- Penso en la forma de reaccionar de eriz, fue bastante comico, la joven de ahora al parecer tambien estaba algo desquiciada, cuando esta coloco su dedo indice en los labios del chico este se sonrojo un poco pero su rubor se perdia con la sangre que yacia en las manos de la joven, cuando la joven se voltio y iba a salir corriendo el chico la vio como tropesaba y la tomo por las caderas para que esta no fuera a caer, no sabia como reaccionaria la joven pero fue un acto reflejo...

-Lo siento, no fue mi intencion pasar su metro cuadrado, al parecer no puede caminar, me permitiria ayudarla??...-

Se puso frente a la joven y puso su brazos a los lados semi abiertos y agacho su dorso, en senial a que se subiera a caballito, el tenia fuerza por lo que no le seria un problema mayor poder llevarla, ahora esperaria a ver que hacia la joven, con esto sabria si era una joven orgullosa o una joven a la que le gusta que le ayuden...

-A donde quieres que vallas?