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You're my Thrill ... ♪ {Libre}
Carmine Rougeriant
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You're my Thrill ... ♪ {Libre}
por Carmine Rougeriant Vie Mar 15, 2013 5:13 pm
Despertar a los niños era quizás la tarea más difícil que le tocaba realizar como sirvienta del lugar y encargada de los pequeños, seguida esta tarea por su contraria, la de ponerlos a dormir, la que era igual de difícil, incluso un poco más en aquellas ocasiones en que los niños preferían saltar sobre sus camas que meterse dentro de ella, o aventurarse por la Mansión para jugar a las escondidas.
Pero sabia cual era el mejor remedio para ayudar a esos pequeños perezosos a abandonar la comodidad y seguridad que le brindaban son camas y esa no era más ni menos que la música.
El simple hecho de poner a andar la vitrola y que la música comenzara resonar por el Orfanato parecía levantar el ánimo de sus queridos niños, lo que implicaba que su propio ánimo fuera mejor que él que tenia al despertar, que con eso, sus energías fueran renovadas. Una vez los niños se encontraran en clases, apagaría la música para no intervenir en su aprendizaje y ella procedería a ordenar sus cuartos, como era de costumbre: Hacer sus camas, ordenar sus pertenencias, llevar su ropa al lavado y devolver aquellas prendas que ya se encontraban limpias.
Luego de terminar con el cuarto de los niños y las niñas, debía proceder a realizar la limpieza y el orden del resto de la casona, labor en la que se encontraba cuando la música empezó a sonar nuevamente, incluso luego de haber sido ella misma quien le pusiera un fin tras apagar el instrumento que la hacía sonar por toda la casa. Sorprendida, se quedo escuchando la melodía, la cual no tardo en reconocer. Una leve sonrisa se asomó en sus labios: reconocía la canción, y se sabía perfectamente la letra. Ignoro el hecho de que la música hubiera comenzado de un momento para otro, quizás algún profesor u otro sirviente del lugar hubiera puesto la música nuevamente, incluso alguno de los traviesos niños podría haberlo hecho por igual, mas no era algo que le preocupara en esos momentos, por lo que simplemente, se dedico a disfrutar de la melodía.
- You're my thrill ... You do something to me ... You send chills right through me.-
Cantaba en suave voz, mientras barría al suave ritmo de la música, acompañando incluso el suave movimiento de su falda al compás de la música.
Pero sabia cual era el mejor remedio para ayudar a esos pequeños perezosos a abandonar la comodidad y seguridad que le brindaban son camas y esa no era más ni menos que la música.
El simple hecho de poner a andar la vitrola y que la música comenzara resonar por el Orfanato parecía levantar el ánimo de sus queridos niños, lo que implicaba que su propio ánimo fuera mejor que él que tenia al despertar, que con eso, sus energías fueran renovadas. Una vez los niños se encontraran en clases, apagaría la música para no intervenir en su aprendizaje y ella procedería a ordenar sus cuartos, como era de costumbre: Hacer sus camas, ordenar sus pertenencias, llevar su ropa al lavado y devolver aquellas prendas que ya se encontraban limpias.
Luego de terminar con el cuarto de los niños y las niñas, debía proceder a realizar la limpieza y el orden del resto de la casona, labor en la que se encontraba cuando la música empezó a sonar nuevamente, incluso luego de haber sido ella misma quien le pusiera un fin tras apagar el instrumento que la hacía sonar por toda la casa. Sorprendida, se quedo escuchando la melodía, la cual no tardo en reconocer. Una leve sonrisa se asomó en sus labios: reconocía la canción, y se sabía perfectamente la letra. Ignoro el hecho de que la música hubiera comenzado de un momento para otro, quizás algún profesor u otro sirviente del lugar hubiera puesto la música nuevamente, incluso alguno de los traviesos niños podría haberlo hecho por igual, mas no era algo que le preocupara en esos momentos, por lo que simplemente, se dedico a disfrutar de la melodía.
- You're my thrill ... You do something to me ... You send chills right through me.-
Cantaba en suave voz, mientras barría al suave ritmo de la música, acompañando incluso el suave movimiento de su falda al compás de la música.
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Re: You're my Thrill ... ♪ {Libre}
por Invitado Miér Abr 03, 2013 1:06 pm
(Off: OMG! Entré a tu tema D:<)
¿Qué misterios se ocultaban dentro del corazón de una mujer?
Ni idea y ni interés en descubrirlo. Las mujeres por definición estaban locas y eran estúpidas: se suicidaban por amor, lloraban por ingratos y entre más cretino el prospecto, mejor... Fausto lo había descubierto en su corta vida, no era mucha ciencia, con haber visto a un par, las conocías a todas. No recordaba de dónde había aprendido tan mezquinas lecciones, pero ¡vamos! eran de esas cosas que se arraigaban al corazón.
¿Tres o cuatro? No estaba seguro cuántas noches llevaba en aquél lugar, podrían ser años, el tiempo corría extrañamente por ahí , pasaba golpeando a todos con el hombro y ni siquiera se disculpaba el desgraciado. Habían pasado muchas cosas, había conocido mucha gente - y monstruos - lo que no había visto era a una sola mujer, pero habían resquicios de que existía más de una en Rose Garden. El primero de todos ellos: lo despertaban con música, un blues para ser precisos - música de esclavos ¡diaj! - y alguien estaba lavando su ropa, tendiendo su cama y haciendo cosas que las mucamas hacen, porque se pone totalmente en tela de juicio el que un "diablillo" ande de acomedido por ahí doblando sábanas y calzoncillos ¿no? Así que una mujer debía ser, a eso se dedican después de todo.
- ¡Pff! -
Se mofó, mientras la observaba escondido en una esquina. Si era una sirvienta, con la cofia y todo el paquete... era muy bonita y sus curvas se vislumbraban incluso por debajo de esas largas y pesadas formas que le daba la tela del uniforme. Fausto la recorrió lascivamente con la mirada, estaba bien ver algo de formas en vez de las planicies a las que estaba acostumbrado. Arqueó una ceja... si ella trabajaba ahí, seguramente también tendría un par de respuestas que nadie se había molestado en darle - no que el hubiera preguntado de todos modos - así que dio un paso al frente y reveló su posición ¿a qué jugaremos hoy? ¿niño bueno o niño malo?
- ¿Tú eres la que canta? Tienes una linda voz ~
Niño bueno, claro.
Ni idea y ni interés en descubrirlo. Las mujeres por definición estaban locas y eran estúpidas: se suicidaban por amor, lloraban por ingratos y entre más cretino el prospecto, mejor... Fausto lo había descubierto en su corta vida, no era mucha ciencia, con haber visto a un par, las conocías a todas. No recordaba de dónde había aprendido tan mezquinas lecciones, pero ¡vamos! eran de esas cosas que se arraigaban al corazón.
¿Tres o cuatro? No estaba seguro cuántas noches llevaba en aquél lugar, podrían ser años, el tiempo corría extrañamente por ahí , pasaba golpeando a todos con el hombro y ni siquiera se disculpaba el desgraciado. Habían pasado muchas cosas, había conocido mucha gente - y monstruos - lo que no había visto era a una sola mujer, pero habían resquicios de que existía más de una en Rose Garden. El primero de todos ellos: lo despertaban con música, un blues para ser precisos - música de esclavos ¡diaj! - y alguien estaba lavando su ropa, tendiendo su cama y haciendo cosas que las mucamas hacen, porque se pone totalmente en tela de juicio el que un "diablillo" ande de acomedido por ahí doblando sábanas y calzoncillos ¿no? Así que una mujer debía ser, a eso se dedican después de todo.
Ahí estaba. Filtrando esa negra voz, se distinguía otra un poco más dulce y menos ronca, así que Fausto la siguió pasillo por pasillo hasta que la encontró... en una muy íntima escena con la escoba.Carmine Rougeriant escribió:- You're my thrill ... You do something to me ... You send chills right through me.-
- ¡Pff! -
Se mofó, mientras la observaba escondido en una esquina. Si era una sirvienta, con la cofia y todo el paquete... era muy bonita y sus curvas se vislumbraban incluso por debajo de esas largas y pesadas formas que le daba la tela del uniforme. Fausto la recorrió lascivamente con la mirada, estaba bien ver algo de formas en vez de las planicies a las que estaba acostumbrado. Arqueó una ceja... si ella trabajaba ahí, seguramente también tendría un par de respuestas que nadie se había molestado en darle - no que el hubiera preguntado de todos modos - así que dio un paso al frente y reveló su posición ¿a qué jugaremos hoy? ¿niño bueno o niño malo?
- ¿Tú eres la que canta? Tienes una linda voz ~
Niño bueno, claro.
- Descripción física Faustina:
- Innegablemente un buen mozo, de facciones finas, cabellos rubios y ojos claros. Sus formas no terminaron por definirse y permanecen frágiles, infantiles. Considera siempre los tonos purpúreos en su vestimenta, siendo fanático especialmente de los lazos y corbatines. Es muy alto para su edad (1.68 cm) y muy ostentoso de su porte.
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Re: You're my Thrill ... ♪ {Libre}
por Jinko Sáb Abr 06, 2013 4:31 pm
(espero que no haya problema porque haya decidido entrar)
Su calmado paso hacia un pequeño ruido en el piso de madera cada vez que cada uno de sus pies tocaba el suelo, afincándose para avanzar. Su conejo de peluche se movía conforme ella se movía, y su único ojo visible, miraba siempre al frente. Provenía de su habitación, y se dirigía a la biblioteca, para leer algo -obviamente, no había otra razón para ir a una biblioteca o si?- Sin embargo, si había otra razón para que ella se dirigiera allí. Mas que para leer, también para estar un rato en silencio, pues casi nadie se atrevía a ir a aquel lugar. Tal vez porque a algunos les daba miedo, pero otros simplemente odiaban leer, los libros y todo lo que les recordara a ellos.
A medida que caminaba podía observar los dibujos que habían sido realizados por los huérfanos. Muchos de ellos ya no estaban allí, y para ella eso se convertía en una advertencia. Si quería permanecer allí, y escalar posiciones. Por supuesto que sabía también aquello, había estado el tiempo suficiente como para conocer lo que le sucedía. Aunque es cierto que tiene muchas heridas y cicatrices por los hechos sucedidos con su -odiado- padre, otras fueron provocadas por el "cruel" príncipe, cuando ella se había portado mal. Era lo justo, y si no, ya había sucedido.
Ya basta de todos aquellos recuerdos que le había traído el ver aquellos dibujos, una música repentina la había sacado de sus pensamientos, una parecida a la que siempre colocaba aquella sirvienta que despertaba a aquellos que iban a las clases. Aunque la hora no era usual, no le parecía poco grato el escuchar esas tonadas que sonaban en el gramófono. Pero al terminar de situarse en la realidad, vio de frente un niño que nunca había visto y otra de las muchachas que limpiaban y acomodaban el lugar. Aun estaban algo lejos pero solo quería pasarlos de largo y salir de ahí.
Su calmado paso hacia un pequeño ruido en el piso de madera cada vez que cada uno de sus pies tocaba el suelo, afincándose para avanzar. Su conejo de peluche se movía conforme ella se movía, y su único ojo visible, miraba siempre al frente. Provenía de su habitación, y se dirigía a la biblioteca, para leer algo -obviamente, no había otra razón para ir a una biblioteca o si?- Sin embargo, si había otra razón para que ella se dirigiera allí. Mas que para leer, también para estar un rato en silencio, pues casi nadie se atrevía a ir a aquel lugar. Tal vez porque a algunos les daba miedo, pero otros simplemente odiaban leer, los libros y todo lo que les recordara a ellos.
A medida que caminaba podía observar los dibujos que habían sido realizados por los huérfanos. Muchos de ellos ya no estaban allí, y para ella eso se convertía en una advertencia. Si quería permanecer allí, y escalar posiciones. Por supuesto que sabía también aquello, había estado el tiempo suficiente como para conocer lo que le sucedía. Aunque es cierto que tiene muchas heridas y cicatrices por los hechos sucedidos con su -odiado- padre, otras fueron provocadas por el "cruel" príncipe, cuando ella se había portado mal. Era lo justo, y si no, ya había sucedido.
Ya basta de todos aquellos recuerdos que le había traído el ver aquellos dibujos, una música repentina la había sacado de sus pensamientos, una parecida a la que siempre colocaba aquella sirvienta que despertaba a aquellos que iban a las clases. Aunque la hora no era usual, no le parecía poco grato el escuchar esas tonadas que sonaban en el gramófono. Pero al terminar de situarse en la realidad, vio de frente un niño que nunca había visto y otra de las muchachas que limpiaban y acomodaban el lugar. Aun estaban algo lejos pero solo quería pasarlos de largo y salir de ahí.
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Re: You're my Thrill ... ♪ {Libre}
por Carmine Rougeriant Jue Abr 11, 2013 12:21 am
La primera frase de la canción fue seguida luego por el suave tarareó de la mucama, y el suave rasgar de la escoba contra el piso mientras barría de una forma un tanto distraída al encontrarse más concentrada en la canción que en la labor que ejercía.
Pero ambas acciones se vieron interrumpidas al escuchar una voz juvenil a su espalda que le hizo detenerse y voltear a ver de quien se trataba. No fue necesario adivinar quién era, y aunque no lo había visto de frenton anteriormente o no había interactuado con él, sabía por lo peculiar de sus ropas de quien se trataba. Sonrió levemente mientras le miraba y asintió. – Si, lo lamento… - Se disculpó en vez de agradecer el elogio, mas no por modestia, sino porque simplemente no estaba acostumbrada a que le dijeran esa clase de cosas, mucho menos los niños. - Tu debes ser Fausto , ¿O me equivoco? – Preguntó mientras dejaba de lado la escoba y con las manos sobre la cintura, con los brazos en jarra, se acercó para observarle de cerca. - ¿Qué haces aquí, no deberías estar en clases? – Preguntó con una ceja levemente arqueada, pero sin dejar de lado la sonrisa. Lamentaba ahora el haberse acercado tanto al joven, ya que quedaba en clara evidencia su baja estatura, o por el contrario, la increíble altura que el joven a tan corta edad había alcanzado. Los niños de hoy en día crecen tan rápido… Pensó de forma distraída.
Pero aun así en su distracción, fue capaz de ver más allá de la figura del joven que estaba frente a ella. Ahí estaba ella, simplemente observándolos ahí parada, como si estuviera esperando a que se fueran en algún momento para así poder continuar su trayecto. – Jinko, ¿está todo bien? – Preguntó en un tono preocupado a la pequeña del parche en el ojo, sabía que era bastante introvertida, pero sabía que aun a pesar de lo frágil que se veía, había algo más allá de esa niña que le preocupaba.
Pero ambas acciones se vieron interrumpidas al escuchar una voz juvenil a su espalda que le hizo detenerse y voltear a ver de quien se trataba. No fue necesario adivinar quién era, y aunque no lo había visto de frenton anteriormente o no había interactuado con él, sabía por lo peculiar de sus ropas de quien se trataba. Sonrió levemente mientras le miraba y asintió. – Si, lo lamento… - Se disculpó en vez de agradecer el elogio, mas no por modestia, sino porque simplemente no estaba acostumbrada a que le dijeran esa clase de cosas, mucho menos los niños. - Tu debes ser Fausto , ¿O me equivoco? – Preguntó mientras dejaba de lado la escoba y con las manos sobre la cintura, con los brazos en jarra, se acercó para observarle de cerca. - ¿Qué haces aquí, no deberías estar en clases? – Preguntó con una ceja levemente arqueada, pero sin dejar de lado la sonrisa. Lamentaba ahora el haberse acercado tanto al joven, ya que quedaba en clara evidencia su baja estatura, o por el contrario, la increíble altura que el joven a tan corta edad había alcanzado. Los niños de hoy en día crecen tan rápido… Pensó de forma distraída.
Pero aun así en su distracción, fue capaz de ver más allá de la figura del joven que estaba frente a ella. Ahí estaba ella, simplemente observándolos ahí parada, como si estuviera esperando a que se fueran en algún momento para así poder continuar su trayecto. – Jinko, ¿está todo bien? – Preguntó en un tono preocupado a la pequeña del parche en el ojo, sabía que era bastante introvertida, pero sabía que aun a pesar de lo frágil que se veía, había algo más allá de esa niña que le preocupaba.
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Re: You're my Thrill ... ♪ {Libre}
por Invitado Sáb Abr 13, 2013 12:54 am
(Off: Nah, bienvenida :P)
Se cruzó de brazos y apoyó su hombro contra la pared, adoptando algún grado de ángulo para recargarse a gusto... sonrisa de medio labio, ya saben, entre maquiavélica y encantadora ¡woot! Completa la escena, había captado in fraganti a la moza.
- ¡Sip! Yo soy Fausto ¿me espías acaso? - rompió el esquema del espacio vital y se le acercó peligrosamente, casi picando nariz con nariz, acosándola seriamente... no duró mucho, se echó a reír, tomándose el abdomen por la cara que había puesto la mujercilla. Volvió a ponerse de espaldas contra la pared, cruzando de nuevo los brazos y entresacó la lengua, divertido - Últimamente todos saben mejor quién soy yo que yo mismo ¿no es una monserga? - cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás, repasando el rubio flequillo con los dedos - Además soy "medio" nuevo por aquí y me perdí ¡eso no es ningún crimen! Es tú culpa por distraer con música a estas horas -
Típica conducta Faustina: culpa a la mucama. Le divertía bastante que fuera una persona tan cohibida, podría pasar horas molestándola o tanteándola, pero claro que no todo sale como uno quiere...
¿Con qué eso es una "Jinko"?
Se frotó la barbilla, como todo un erudito, aunque ahí no abundaba una espesa barba. Alzó la mano derecha en el aire y la agitó, de un lado a otro - dos cortos y uno laaargo - para saludar a la albina.
- ¡Ciao! ("Hola" en italiano) Huh... oye ¿qué tienes en el ojo? -
Y así todo bruto y sin tacto, preguntó, que al cabo tenía curiosidad.
Se cruzó de brazos y apoyó su hombro contra la pared, adoptando algún grado de ángulo para recargarse a gusto... sonrisa de medio labio, ya saben, entre maquiavélica y encantadora ¡woot! Completa la escena, había captado in fraganti a la moza.
Era divertido que ni siquiera se excusara ¿que no tenía estima? Tan pronto se disculpaba y con un crío ¡pff! Esa mujer parecía interesante... y fácil de manipular, era fácil adivinar que Fausto tenía más malicia que ella, qué divertido encontrar gente así por el mundo, casi le sacaba una lágrima al rubio de la emoción. Aunque mínima, era obvia la diferencia de estaturas y solamente para molestar, Fausto se aseguró de bajar la cabeza como si así pudiera ver o escuchar mejor a la "inferior".Carmine Rougeriant escribió: Si, lo lamento… Tu debes ser Fausto , ¿O me equivoco? ¿Qué haces aquí, no deberías estar en clases?
- ¡Sip! Yo soy Fausto ¿me espías acaso? - rompió el esquema del espacio vital y se le acercó peligrosamente, casi picando nariz con nariz, acosándola seriamente... no duró mucho, se echó a reír, tomándose el abdomen por la cara que había puesto la mujercilla. Volvió a ponerse de espaldas contra la pared, cruzando de nuevo los brazos y entresacó la lengua, divertido - Últimamente todos saben mejor quién soy yo que yo mismo ¿no es una monserga? - cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás, repasando el rubio flequillo con los dedos - Además soy "medio" nuevo por aquí y me perdí ¡eso no es ningún crimen! Es tú culpa por distraer con música a estas horas -
Típica conducta Faustina: culpa a la mucama. Le divertía bastante que fuera una persona tan cohibida, podría pasar horas molestándola o tanteándola, pero claro que no todo sale como uno quiere...
¿Qué diantres es un "Jinko"? Se preguntó internamente Fausto, arqueando una ceja casi hasta el techo al escuchar la pregunta. Volteó y entonces la vio, allá tan lejana y extraña como una sombra a medianoche: era "una" Jinko y no "un"... al parecer es un nombre también, un nombre propio para una niña de cabello blanco y vestido negro con un parche en la cara.Carmine Rougeriant escribió:Jinko, ¿está todo bien?
¿Con qué eso es una "Jinko"?
Se frotó la barbilla, como todo un erudito, aunque ahí no abundaba una espesa barba. Alzó la mano derecha en el aire y la agitó, de un lado a otro - dos cortos y uno laaargo - para saludar a la albina.
- ¡Ciao! ("Hola" en italiano) Huh... oye ¿qué tienes en el ojo? -
Y así todo bruto y sin tacto, preguntó, que al cabo tenía curiosidad.
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Re: You're my Thrill ... ♪ {Libre}
por Jinko Sáb Abr 13, 2013 7:44 pm
Aunque estaba caminando hacia ellos, por un momento se detuvo, viendo la escena que se mostraba delante de ella. No le gustaba mucho la gente, especialmente este tipo de gente. Bah, para que mentir, ningun tipo, solo soportaba -respetaba- a aquellos de rango mayores que ella, amaba a la princesa y temía al principe Oso. Podía darse cuenta de la burla que tenía el chico con respecto a la chica de servicio, lo cual segun ella aumentaba su filosofía de que muchios seres humanos simplemente eran despreciables, mientras la otra protagonista -o tal vez en este caso sería el papel secundario- de la conversación solo mantenía un perfil bajo. Patéticos ambos, sinceramente.
Se vió envuelta en la situación antes de siquiera pensarlo, cuando la sirvienta la nombró preguntando si todo estaba bien. Eso le pasaba por ser medio curiosa, y no haberse ido de una vez, o haberse dado la media vuelta. En este momento mas que ningún otro deseaba estar sola. Sería educada, y se uniría a la conversación, de todas formas había sido su culpa, con mezcla de curiosidad, pero no tardaría mucho alli. Caminó hacia ellos, sin contestarle inmediatamente a la chica, pero cuando iba a hacerlo, el joven la miró, lo cual la permitió detallarle mejor, callando una vez mas antes de hablar.
Miro al chico, de tal vez la misma edad o un año mayor que ella. No le importaba su altura, y sabía que a pesar de ella, su forma de hablar era muy infantil, por lo cual no podría ser mayor. Y luego miro a la sirvienta, por un momento teniendole lastima. No soportaba saber que era tan sumisa, le recordaba un poco a ella cuando era muy menor.
Que acaso no sabes lo que es un parche niño?
Lo miró ya que le molestó la pregunta, ignorando su saludo, y colocando su mano en su cintura, mostrando un poco de desden casi imperceptible -bueno, tal vez un poco- hacia el chico nuevo. Luego miró hacia Carmine, y respondió calmadamente.
Porque habría de estar algo mal, mi querida Carmine?
Mostró algo de cortesía hacia ella, aunque de todas formas no fue muy cordial.
Se vió envuelta en la situación antes de siquiera pensarlo, cuando la sirvienta la nombró preguntando si todo estaba bien. Eso le pasaba por ser medio curiosa, y no haberse ido de una vez, o haberse dado la media vuelta. En este momento mas que ningún otro deseaba estar sola. Sería educada, y se uniría a la conversación, de todas formas había sido su culpa, con mezcla de curiosidad, pero no tardaría mucho alli. Caminó hacia ellos, sin contestarle inmediatamente a la chica, pero cuando iba a hacerlo, el joven la miró, lo cual la permitió detallarle mejor, callando una vez mas antes de hablar.
Miro al chico, de tal vez la misma edad o un año mayor que ella. No le importaba su altura, y sabía que a pesar de ella, su forma de hablar era muy infantil, por lo cual no podría ser mayor. Y luego miro a la sirvienta, por un momento teniendole lastima. No soportaba saber que era tan sumisa, le recordaba un poco a ella cuando era muy menor.
Que acaso no sabes lo que es un parche niño?
Lo miró ya que le molestó la pregunta, ignorando su saludo, y colocando su mano en su cintura, mostrando un poco de desden casi imperceptible -bueno, tal vez un poco- hacia el chico nuevo. Luego miró hacia Carmine, y respondió calmadamente.
Porque habría de estar algo mal, mi querida Carmine?
Mostró algo de cortesía hacia ella, aunque de todas formas no fue muy cordial.
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Re: You're my Thrill ... ♪ {Libre}
por Carmine Rougeriant Lun Mayo 13, 2013 1:19 am
Los niños eran muy astutos, cada vez crecían más rápido y se volvían más despiertos, ¿o es que ella estaba sufriendo ya los efectos de la vejez? Fuese como fuese, la extrovertida e imprudente forma de ser y actuar del joven la tomó por sorpresa de tal forme, que incluso logro tomar sus palabras en el momento en que el joven hizo que sus narices rozaran, obligándola a hacer bizcos por un segundo, parpadear un par de veces y dar un paso hacia atrás, claramente incomoda por la invasión a su espacio personal.
La música… El incómodo momento pasó a segundo plano ante la mención de la música, que debido a la duración de la canción debería haber cesado hace bastante ya, pero la canción seguía sonando, y no recordaba haber oído el característico sonido que el tocadiscos emitía al terminar un tema. – No es mi culpa, yo no he puesto la música.- Respondió finalmente, volviendo la vista hacia él una vez hubo cambiado su posición; la distancia la hizo sentirse libre, tanto así que incluso pudo fruncir el ceño ante su actuar cuando pudo apenas parpadear. – Y es mi deber conocerlos a todos en este lugar.- Añadió, antes de volver la atención a la inesperada visita.
No era una persona dada a los conflictos, pero sintió inmediatamente la tensión entre ambos jóvenes al momento en que sus miradas se encontraron, probablemente debido al contraste de sus personalidades. Uno, extrovertido e imprudente; la otra, introvertida y callada… juntos probablemente fueran como el agua y el aceite.
La pregunta de Fausto le hizo voltearse a verle con un gesto de claro reproche, aunque no tardo en disfrazarlo de una suave sonrisa dedicada más que nada a la joven alvina, todo para no incomodarla. – Fausto, se discreto, ten un poco más de tacto …- Pero aun así, no hizo comentario alguno sobre el parche de la joven, si ella quería hablar de ello lo haría, no era su deber contar historias que no conocía del todo.
Intentando dejar de lado el tema, volvió la vista a la joven, inclinándose un poco hacia ella al hablarle. – No es eso, es solo que se me ha hecho extraño verte aquí a estas horas. ¿No deberías estar en clases? ¿O tal vez estas libre y te dirigías hacia la biblioteca? – Conocía lo suficiente de sus niños como para adivinar a veces sus movimientos o lo que acostumbraban a hacer; en el caso de Jinko, sus actividades se limitaban a confinarse en su cuarto o en la biblioteca, lejos de todos y sumida en su tranquilidad, algo poco común en una joven de su edad.
“… Es tú culpa por distraer con música a estas horas.”
La música… El incómodo momento pasó a segundo plano ante la mención de la música, que debido a la duración de la canción debería haber cesado hace bastante ya, pero la canción seguía sonando, y no recordaba haber oído el característico sonido que el tocadiscos emitía al terminar un tema. – No es mi culpa, yo no he puesto la música.- Respondió finalmente, volviendo la vista hacia él una vez hubo cambiado su posición; la distancia la hizo sentirse libre, tanto así que incluso pudo fruncir el ceño ante su actuar cuando pudo apenas parpadear. – Y es mi deber conocerlos a todos en este lugar.- Añadió, antes de volver la atención a la inesperada visita.
No era una persona dada a los conflictos, pero sintió inmediatamente la tensión entre ambos jóvenes al momento en que sus miradas se encontraron, probablemente debido al contraste de sus personalidades. Uno, extrovertido e imprudente; la otra, introvertida y callada… juntos probablemente fueran como el agua y el aceite.
La pregunta de Fausto le hizo voltearse a verle con un gesto de claro reproche, aunque no tardo en disfrazarlo de una suave sonrisa dedicada más que nada a la joven alvina, todo para no incomodarla. – Fausto, se discreto, ten un poco más de tacto …- Pero aun así, no hizo comentario alguno sobre el parche de la joven, si ella quería hablar de ello lo haría, no era su deber contar historias que no conocía del todo.
Intentando dejar de lado el tema, volvió la vista a la joven, inclinándose un poco hacia ella al hablarle. – No es eso, es solo que se me ha hecho extraño verte aquí a estas horas. ¿No deberías estar en clases? ¿O tal vez estas libre y te dirigías hacia la biblioteca? – Conocía lo suficiente de sus niños como para adivinar a veces sus movimientos o lo que acostumbraban a hacer; en el caso de Jinko, sus actividades se limitaban a confinarse en su cuarto o en la biblioteca, lejos de todos y sumida en su tranquilidad, algo poco común en una joven de su edad.
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Re: You're my Thrill ... ♪ {Libre}
por Invitado Dom Mayo 26, 2013 12:06 am
Se aguantó una risilla, frunciendo los labios y emitiendo un sonoro ¡Pff!. No es que le pareciera divertido reírse a expensa ajena pero... bueno sí, en realidad si le gustaba burlarse de los demás y esa niña había sido una de sus víctimas. Obvio que conocía lo que era un parche, lo que desconocía era lo que ocultaba debajo ¿habría algo grotesco y extraño? ¿una simple cicatriz? Un ojo de vidrio sería de lo más genial ¡curiosidad! ¡cómo picas ahora! Si la veía bien, tenía rasgos más de Oriente que de "Acá" - dondequiera que "acá" fuera - quizá eso explicaba su rauda personalidad. Lo que no entendía era la amabilidad de una extraña mucama hacia el resto del mundo ¿la hacía muy feliz vivir entre el polvo y el armario o qué?Jinko escribió:Que acaso no sabes lo que es un parche niño?
- ¡Meh! Qué aburridas... -Carmine Rougeriant escribió: Fausto, se discreto, ten un poco más de tacto …
¡El tacto es para los cirujanos! Fausto quería saber qué es lo que le cobraba el ojo a alguien de la edad de Jinko, quería escuchar la historia a detalle y con morbo, sería interesante, pero no, Carmine lo arruinaba todo ¿así la habían llamado no? Carmine...
Rojo.
Se llevó ambas manos a la nuca y se dio la media vuelta, dejándolas hablar de esas cosas de mujeres que en nada le interesaban. De repente: un punto negro y patón llamó a su atención, oh sí, algo entretenido finalmente. Una viuda negra, enorme y amenazadora andaba rondando por la esquina de la habitación. Eran fascinantes los arácnidos - mientras no fueran tarántulas ¡yuck! - así que encantó a las orbes faustinas de inmediato obligándolo a acuclillarse y a tomarla prisionera por una de sus patitas. Con cuidado, se acercó hacia la espalda de Carmine, haciendo una seña a Jinko para que permaneciera callada...
La sirvienta tenía una cita con ocho patas ~
- ¡Te come!:
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Re: You're my Thrill ... ♪ {Libre}
por Jinko Lun Mayo 27, 2013 12:18 am
Eso no es importante...
No le diría a la sirvienta lo que haría ya que no era su problema. Miro a Fausto nuevamente, por supuesto que sabía que el chico no se refería al parche, ella muy bien sabía que se refería a que había sucedido con su ojo, o porqué ese parche estaba allí. Sin embargo la albina jamas se lo diría, y mucho menos a alguien de esa calaña. Una persona que por demás era prepotente, y solo le interesaba saciar su curiosidad. Lo miraba de manera altanera, sin importarle lo que pensara acerca de su respuesta. Carmine lo reprendió un poco por el hecho de no haber sido discreto, pero ella no le prestó mucha atención a tal hecho. Había respondido de esa manera solo para que el chico no saliera satisfecho, y era todo lo que le importaba. Pero ya que la conversación no llegaría a ningún lado, se podía ir, dejando a estos dos solos, continuando con el inútil juego; el torturando y ella siendo torturada.
No pudo moverse mas, pues de un momento a otro, notando que el rubio se había fijado en otra cosa, y sin prestar atención a la chica, pudo notar lo que el chico hizo, le hizo una seña a ella, la cual no entendió hasta que pudo saber que pasaba. No pudo moverse mas. Aunque su rostro n mostraba expresión alguna, dentro de ella su corazón latía fuertemente, era una araña, y una muy muy grande...
No le diría a la sirvienta lo que haría ya que no era su problema. Miro a Fausto nuevamente, por supuesto que sabía que el chico no se refería al parche, ella muy bien sabía que se refería a que había sucedido con su ojo, o porqué ese parche estaba allí. Sin embargo la albina jamas se lo diría, y mucho menos a alguien de esa calaña. Una persona que por demás era prepotente, y solo le interesaba saciar su curiosidad. Lo miraba de manera altanera, sin importarle lo que pensara acerca de su respuesta. Carmine lo reprendió un poco por el hecho de no haber sido discreto, pero ella no le prestó mucha atención a tal hecho. Había respondido de esa manera solo para que el chico no saliera satisfecho, y era todo lo que le importaba. Pero ya que la conversación no llegaría a ningún lado, se podía ir, dejando a estos dos solos, continuando con el inútil juego; el torturando y ella siendo torturada.
No pudo moverse mas, pues de un momento a otro, notando que el rubio se había fijado en otra cosa, y sin prestar atención a la chica, pudo notar lo que el chico hizo, le hizo una seña a ella, la cual no entendió hasta que pudo saber que pasaba. No pudo moverse mas. Aunque su rostro n mostraba expresión alguna, dentro de ella su corazón latía fuertemente, era una araña, y una muy muy grande...
Carmine Rougeriant
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Re: You're my Thrill ... ♪ {Libre}
por Carmine Rougeriant Sáb Jun 08, 2013 2:39 am
Si bien no era la primera quasi-discusion que veía entre dos jóvenes en su larga estancia en el lugar –un día sin una pelea, disputa, o sin tener que separar a dos niños o niñas unidos por el pelo, era prácticamente un milagro- aun así no pudo evitar soltar un profundo suspiro al erguirse, posando una mano cruzada sobre su torso para así usar la otra de leve apoyo para su cabeza, sosteniendo esta solo con la yema de los dedos mientras negaba suavemente. – Y es tan temprano aun… - Musito distraída, pero ¿Qué le podía hacer? A pesar de todo, ella amaba a sus niños.
Suspiro nuevamente, luego se desperezó –actitud no muy bien vista, pero estaba segura de que a los niños no les molestaría- y puso las manos en la cadera. – Y bien, ¿se quedaran ahí parados o me ayudaran a limpiar? – La idea obviamente no era hacerlos trabajar, sino más bien “ahuyentarlos”, que no estuviera ahí, odiándose mutuamente y que finalmente fueran a hacer algo de sus jóvenes vidas.
Pero al parecer no todo estaba del todo bien en esa situación
Parpadeo un par de veces. - ¿Sucede algo? – Preguntó ante el tan repentino silencio de ambos jóvenes, mirando con más duda a Fausto antes de volverse hacia la peliblanca, sorprendida por el cambio de su apariencia. – Jinko, estas pálida.- Su tono de preocupación era claramente notorio, y no tardó en inclinarse para tocar la frente ajena y asís poder comprobar si tenía fiebre o algo por estilo. – No tienes temperatura… ¿es que acaso haz visto un fantasma? – Su intención no era asustarla, si no sacarla de su extraño estado con una simple broma, porque de verdad la joven parecía petrificada.
Desconocía aun la presencia de su escurridiza amiga, que lentamente se abría paso en su espalda.
Suspiro nuevamente, luego se desperezó –actitud no muy bien vista, pero estaba segura de que a los niños no les molestaría- y puso las manos en la cadera. – Y bien, ¿se quedaran ahí parados o me ayudaran a limpiar? – La idea obviamente no era hacerlos trabajar, sino más bien “ahuyentarlos”, que no estuviera ahí, odiándose mutuamente y que finalmente fueran a hacer algo de sus jóvenes vidas.
Pero al parecer no todo estaba del todo bien en esa situación
Parpadeo un par de veces. - ¿Sucede algo? – Preguntó ante el tan repentino silencio de ambos jóvenes, mirando con más duda a Fausto antes de volverse hacia la peliblanca, sorprendida por el cambio de su apariencia. – Jinko, estas pálida.- Su tono de preocupación era claramente notorio, y no tardó en inclinarse para tocar la frente ajena y asís poder comprobar si tenía fiebre o algo por estilo. – No tienes temperatura… ¿es que acaso haz visto un fantasma? – Su intención no era asustarla, si no sacarla de su extraño estado con una simple broma, porque de verdad la joven parecía petrificada.
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