The Path to the Heart

Astrid Ritter

Su mente es fácil de entender, viviendo en las calles desde joven, no es inusual encontrar una chica como ella. Es altanera y cínica, su mirada siempre parece rebajar a los demás, aunque se trate únicamente de un acto de protección a sí misma. Por sobre todas las cosas, odia perder, acepta fácilmente cualquier desafío, pero si llega a perder en él, su orgullo no solo evita que lo acepte, sino también que le genera un mal humor que tardará horas en irse, si es que se va dentro del mismo día del suceso.

Alguien en su condición no se podría permitir debilidades como la empatía, sentir el dolor o sufrimiento ajeno no es algo de lo que sea capaz, si bien puede entender las emociones sin problemas, bloquea cualquier sentimiento de empatía hacia el dolor o las circunstancias del otro. Una debilidad así no te deja más que daños. Este detalle dejaría verla como si fuera, lisa y llanamente, una hija de perra, pero la verdad es que a pesar de todo, tiene un buen instinto protector. Si alguien que ella considere débil o valioso se encuentra en problemas, ella le asistirá y tomará el daño por el otro, solo si eso no involucra perder. En otras palabras, acepta la bala que va dirigida al otro, solo si esa bala no atenta contra su propia vida.

Su naturaleza es altamente agresiva, tanto física como verbalmente. La cantidad de groserías que puede expresar en una oración son directamente proporcionales a su nivel de molestia o mal humor. Su fuerza física, al ser lo más desarrolla en ella, es brutal; es así como en un ataque de ira, podrá destruir todo a su paso hasta alcanzar a quien le fastidió y, probablemente, golpearlo contra la pared más cercana. Es completamente incontrolable cuando se le provoca o está iracunda.

Una particularidad, sin saber si es buena o mala, es que es hipócrita, bastante, pero por el contrario, cuando no es así, es brutalmente honesta; aplica la verdad sin anestesia, redundando en su vasto carácter grosero.

En su habla, además de ser por lejos poco femenina, también le gusta aplicar formas de confusión y manipulación. Es manipuladora, si, pero además siempre se refiere a sí misma como hombre, confundiendo a su interlocutor, porque en otras ocasiones se trata a sí misma de mujer.
Es admiradora de la obtención de información, para manipular es necesaria la información, la mayor cantidad posible de ella, y tiene como hobbie, justamente, recolectarla.

Debe estar activa, es muy inquieta, la vida en un lugar sin acción le aburre, necesita la adrenalina corriendo por sus venas como si fuera un factor narcótico. Cuando no puede ejercitar su deporte favorito (golpear gente), camina, corre, mueve las manos incesantemente o, incluso, mueve los labios o la boca, sin tener que hablar, a veces solo mastica su propia saliva continuamente.

Normalmente no obedece órdenes, a no ser que vengan expresamente dirigidas de los príncipes, por lo cual duerme cuando le plazca, rompe las reglas que tenga ganas y, si tiene algo de poder, a veces lo usará como le venga en gana, siempre y cuando no le digan cómo usarlo. Si, es algo déspota muy internamente, pero no lo ejercita con regularidad.

El ruido y el caos es necesario en su vida diaria, la quietud y el silencio le molestan, le irritan. Es de poca paciencia, prácticamente no tiene paciencia; cuando algo le molesta, intenta contar hasta 5, pero lo hace muy rápido de todas formas, nunca se calma con ese método.

A pesar de no tener mucha paciencia, tiene el suficiente interés como para vigilar atenta, contempla su alrededor, a quienes le rodea, contempla todo material potencial de información, aunque no lo haga necesariamente en quietud como buen espía.

Tiene varios tics nerviosos: mover las manos siempre que habla, morderse el labio inferior hasta que sangre cuando esta tensa o perdiendo la poca paciencia que tiene, morderse las uñas cuando esta aburrida. No habla si no es necesario, normalmente no busca conversación y no es demasiado sociable en esos aspectos.

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