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Los niños buenos comen de todo [Libre]
Bluebell von Schweetz
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Los niños buenos comen de todo [Libre]
por Bluebell von Schweetz Vie Nov 01, 2013 3:15 am
El almuerzo estaba servido frente a cada uno de los comensales. Consistía en un plato de legumbres, de dudosa procedencia, junto con un trozo algo duro y rancio de pan -Para los más desafortunados con un poco de moho.- Susurró mirando su propio trozo.
Bluebell junto sus manos y bajo su cabeza cerrando sus ojos. Tan correcta como siempre incluso se dio el gusto de mirar un tanto pesada a quien no agradecía por los alimentos, cuando probablemente solo eran miradas desdeñosas hacia aquellos que gozaban de un plato con mejor apariencia que el suyo. En su mente solo repetía un "bla bla bla", pero antes de abrir sus ojos oró en voz alta:
Entonces llego el momento decisivo comerse la hogaza o no. Los niños buenos se comían toda su comida, quienes no si los adultos estaban de malas hasta podían ser castigados. Entonces, vio a la persona a su lado, quien parecía seguir con hambre, y con una encantadora sonrisa en sus labios le dijo:
-Puedes tener mi trozo de pan, no quisiera que quedarás con hambre.-Su expresión era realmente el de una persona preocupada por su compañero.
Bluebell junto sus manos y bajo su cabeza cerrando sus ojos. Tan correcta como siempre incluso se dio el gusto de mirar un tanto pesada a quien no agradecía por los alimentos, cuando probablemente solo eran miradas desdeñosas hacia aquellos que gozaban de un plato con mejor apariencia que el suyo. En su mente solo repetía un "bla bla bla", pero antes de abrir sus ojos oró en voz alta:
"Tú que nos das el pan de cada día
danos también tu Espíritu, Señor,
para que los unidos en la misma comida
sigamos siempre unidos en el mismo Amor.
Amén."
-Huy si, soy toda una niña mala.- Pensó sarcásticamente hacia ella misma. Tomó la cuchara y empezó a comer la pasta grumosa frente a ella, solo esperaba no encontrarse ningún pelo o algo por el estilo mientras la comía. El sabor no era del todo malo, pero la consistencia si... Lamentablemente, uno con el tiempo se iba acostumbrando tanto a la comida como al excesivo ruido a su alrededor.danos también tu Espíritu, Señor,
para que los unidos en la misma comida
sigamos siempre unidos en el mismo Amor.
Amén."
Entonces llego el momento decisivo comerse la hogaza o no. Los niños buenos se comían toda su comida, quienes no si los adultos estaban de malas hasta podían ser castigados. Entonces, vio a la persona a su lado, quien parecía seguir con hambre, y con una encantadora sonrisa en sus labios le dijo:
-Puedes tener mi trozo de pan, no quisiera que quedarás con hambre.-Su expresión era realmente el de una persona preocupada por su compañero.
Última edición por Bluebell von Schweetz el Vie Nov 01, 2013 2:20 pm, editado 1 vez
Natasha Kuznetsova
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Re: Los niños buenos comen de todo [Libre]
por Natasha Kuznetsova Vie Nov 01, 2013 3:47 am
La pequeña revoltosa había llegado temprano a la mesa ese día, no conocía a nadie y tampoco se esforzaba en intentar una conversación, prefería pasar desapercibida. Tenía una rutina programada de observación, siempre comía las sobras para no tener que chocarse con nadie y arriesgarse a ganar enemigos. Mejor dicho se escondía de la gente y lo logró por un tiempo.
Sabía bien que la gente del lugar no parecía amistosa, los pocos encuentros visuales que tenía siempre terminaban en desprecio o algun tipo de burla o pelea, incluso cuando no sabían quien era, solo prejuzgaban. ¿Pero qué se puede esperar de ellos? Solo eran todos unos niños bastardos que se creían mejor que ella.
Era alguien muy caprichosa en cuanto se refería a alimentos, más que con cualquier cosa puesto que era bastante malcriada, sin embargo había perdido la compostura.
''No lo huelas, no lo saborees, no lo pienses.'' Se dijo así misma recordando las palabras que su nana le había dicho cuando tenía que tomar alguna medicina o combinación repugnante.
Cuando vio la comida servida empezó a comer desesperada como si no lo hubiera hecho en mucho tiempo y así era, no sentía el sabor asqueroso de las legumbres y el pan duro no le lastimaba los dientes, solo comía para no desfallecer.
-Oh...- Nasha se quedó observando unos momentos el trozo de pan que estaba a un lado de la muchacha, parecía gentil pero nunca se podía estar seguros. -¿Segura es para mi?- Aunque no la dejó terminar y aun así le dio un mordisco, y con algo de dificultad logró arrancar un pedazo de éste con sus dientes. Lo saboreó por unos momentos e hizo una cara de insatisfacción por su sabor, sin embargo no parecía tener nada extraño. Sonrió luego de esto. - Gracias, eres muy amable, me llamo Natasha. ¿Cuál es tu nombre?.
Sabía bien que la gente del lugar no parecía amistosa, los pocos encuentros visuales que tenía siempre terminaban en desprecio o algun tipo de burla o pelea, incluso cuando no sabían quien era, solo prejuzgaban. ¿Pero qué se puede esperar de ellos? Solo eran todos unos niños bastardos que se creían mejor que ella.
Era alguien muy caprichosa en cuanto se refería a alimentos, más que con cualquier cosa puesto que era bastante malcriada, sin embargo había perdido la compostura.
''No lo huelas, no lo saborees, no lo pienses.'' Se dijo así misma recordando las palabras que su nana le había dicho cuando tenía que tomar alguna medicina o combinación repugnante.
Cuando vio la comida servida empezó a comer desesperada como si no lo hubiera hecho en mucho tiempo y así era, no sentía el sabor asqueroso de las legumbres y el pan duro no le lastimaba los dientes, solo comía para no desfallecer.
-Oh...- Nasha se quedó observando unos momentos el trozo de pan que estaba a un lado de la muchacha, parecía gentil pero nunca se podía estar seguros. -¿Segura es para mi?- Aunque no la dejó terminar y aun así le dio un mordisco, y con algo de dificultad logró arrancar un pedazo de éste con sus dientes. Lo saboreó por unos momentos e hizo una cara de insatisfacción por su sabor, sin embargo no parecía tener nada extraño. Sonrió luego de esto. - Gracias, eres muy amable, me llamo Natasha. ¿Cuál es tu nombre?.
Bluebell von Schweetz
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Re: Los niños buenos comen de todo [Libre]
por Bluebell von Schweetz Vie Nov 01, 2013 2:21 pm
-Segu...- No alcanzo a contestar la primer incógnita cuando la niña le dio un mordisco al pan sin siquiera haberlo soltado y tuvo que sostenerlo con fuerza para que pudiese arrancar un trozo, realmente estaba duro. Pero salvo por su consistencia o su sabor agrio no tenía nada de malo, esas pelusa blanca que le crecía encima solo era cuestión de rasparla y estaba como nuevo.
-Puedes tenerlo todo si gustas, la verdad no me entra un bocado más.- Dejo lo que quedaba de la hogaza sobre la mesa y apoyo sus manos sobre su estomago que, en realidad, tenía espacio para mucho más aunque había aprendido a sobrevivir con los justo y necesario. Quizás por la encontraban tan delgada. -No tienes porque agradecer, es un gusto Natasha.- Sus ojos se entrecerraron ligeramente acompañando su sonrisa, pero antes de contestar hundió la cuchara en eso que no estaba segura de si eran porotos o lentejas. Se demoro un momento entre que atrapaba aquel solitario trozo de papa cocida, junto con el resto, lo llevaba a su boca, lo masticaba y tragaba.
-Mi nombre es Bluebell, aunque prefiero que me digan Bellsy.- Extendió su mano en busca de un amistoso apretón de presentación, sea o no recibido prosiguió hablando con un ligero rubor en sus mejillas. -Aunque los más pequeños me dicen Hermana Bellsy.- Y estaba más que claro que por sus hábitos de monja era el porque le decían así.
Miro con curiosidad a la joven de cabellos oscuros, no recordaba haberla visto antes... Probablemente no tenía un rango que significase tomarse la molestia de recordarla o era lo suficientemente habilidosa como para pasar desapercibida. Como fuese, nunca estaba demás hacer nuevos conocidos. Uno nunca sabía como podrían serle de utilidad en un futuro cercano.
-Puedes tenerlo todo si gustas, la verdad no me entra un bocado más.- Dejo lo que quedaba de la hogaza sobre la mesa y apoyo sus manos sobre su estomago que, en realidad, tenía espacio para mucho más aunque había aprendido a sobrevivir con los justo y necesario. Quizás por la encontraban tan delgada. -No tienes porque agradecer, es un gusto Natasha.- Sus ojos se entrecerraron ligeramente acompañando su sonrisa, pero antes de contestar hundió la cuchara en eso que no estaba segura de si eran porotos o lentejas. Se demoro un momento entre que atrapaba aquel solitario trozo de papa cocida, junto con el resto, lo llevaba a su boca, lo masticaba y tragaba.
-Mi nombre es Bluebell, aunque prefiero que me digan Bellsy.- Extendió su mano en busca de un amistoso apretón de presentación, sea o no recibido prosiguió hablando con un ligero rubor en sus mejillas. -Aunque los más pequeños me dicen Hermana Bellsy.- Y estaba más que claro que por sus hábitos de monja era el porque le decían así.
Miro con curiosidad a la joven de cabellos oscuros, no recordaba haberla visto antes... Probablemente no tenía un rango que significase tomarse la molestia de recordarla o era lo suficientemente habilidosa como para pasar desapercibida. Como fuese, nunca estaba demás hacer nuevos conocidos. Uno nunca sabía como podrían serle de utilidad en un futuro cercano.
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Re: Los niños buenos comen de todo [Libre]
por Natasha Kuznetsova Vie Nov 01, 2013 7:37 pm
-Gracias, llevo días sin comer.- Dicho esto tomó y separó un pedazo de pan del resto con algo de dificultad, para luego poder sumergirlo en el plato de legumbres y finalmente llevárselo a la boca. De esta manera el pan se hacía más blando y la comida tenía más sabor en su boca, era más fácil que comerlos por separado puesto que el guiso era algo insulso.
Masticaba rápido y tragaba por inercia, sus labios estaban secos ya que no se atrevía a mojarlos por miedo a saborear los agrios restos de éstos. Sin embargo se cansó rápidamente y alejó un poco el plato de su vista, el comer tan rápido le había caído como una roca en el estómago. Al terminar buscó una servilleta por la mesa pero todas estaban sucias o empolvadas y terminó por limpiarse con la esquina de su delantal.
-Es un placer, Bluebell. Digo, Bellsy. - Esbozó una sonrisa de cordialidad y estiró su mano para tomar la de la muchacha en un apretón. Luego de esto se movió en diagonal, apoyó un codo sobre la mesa y dejó reposar su cabeza en aquella mano, mirándola ahora de frente.
-Eres... de esas que adoran a Dios. ¿Verdad? ¿Una monja?- La observaba de arriba hacia abajo como si la estuviera analizando. - ¿Acaso te echaron del convento?- Preguntó más que nada inocente, no con intenciones de faltar el respeto.
-Digo, es que, es extraño ver alguien con esos hábitos en un lugar como éste.- Se corrigió.
-No recuerdo haberte visto. ¿Llegaste hace poco?- Continuó con su ronda de preguntas, dando tiempo entre cada una para que pudiera contestarle.
Llevó su mirada hacia el ventanal que tenían frente a ellas, al cual observaba de reojo por su posición.
-¿No es extraño como los días son iguales aquí? Ya no recuerdo hace cuanto llegué. Es bueno hablar con alguien de vez en cuando, estar mucho tiempo aislada no hace más que volverte loca.- Confesó como si hablara más consigo misma que con ella.
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Re: Los niños buenos comen de todo [Libre]
por Bluebell von Schweetz Vie Nov 01, 2013 11:48 pm
Sus cejas se inclinaron al verla comer casi con desespero. Pobre niña, quien sabe cuanto llevaba sin comer... La vida era bastante más difícil para aquellos que no gozaban de cierto respeto. Se alegraba por haber salido por fin de las sombras, al menos parcialmente, no quería llamar la atención de una manera abrupta y que los ojos de los aristócratas se posaran sobre ella. Era peligro, los celos de los demás niños era una de las cosas más peligrosas que podrían recaer sobre ti.
Río suavemente. -Podría decirse que si, soy "una de esas que adoran a Dios".- La miro un tanto condescendiente, no todos estaban acostumbrados a que una "monja" fuese una huérfana más. Hubo un dejo de indignación que no se molesto en ocultar, pero no reclamaría nada al respecto dado que su mirada se entristeció al instante. -Ojala...- Cualquier en su lugar hubiese preferido que la echaran si eso significaba que la vida de todas sus hermanas se hubieran salvado.
-Se que es extraño, pero así me siento más cómoda... Y no es como si tuviese mucho de donde elegir.- Muchos llegaban con lo poco que tenían, los bendecidos por los príncipes tendrían dos o tres cambios de ropas quizás. Se quedo mirando otra vez a Natasha y demorándose nuevamente en responderle. Siempre había querido tener un cabello oscuro como el de la muchacha... -Estoy desde hace unos meses... Supongo.- No era la única que sentía que el tiempo no pasaba en aquel peculiar lugar, pero había cosas más extrañas aún, cosas que era mejor que se quedaran ocultas.
-Hay más de una razón para volverse loca en el Orfanato, además de la soledad...- Apoyo sus codos sobre la mesa y luego su mentón sobre el dorso de sus manos, su mirada ámbar se veía serena.
-Tienes un lindo cabello.- Soltó de repente mirándola de reojo.
Río suavemente. -Podría decirse que si, soy "una de esas que adoran a Dios".- La miro un tanto condescendiente, no todos estaban acostumbrados a que una "monja" fuese una huérfana más. Hubo un dejo de indignación que no se molesto en ocultar, pero no reclamaría nada al respecto dado que su mirada se entristeció al instante. -Ojala...- Cualquier en su lugar hubiese preferido que la echaran si eso significaba que la vida de todas sus hermanas se hubieran salvado.
-Se que es extraño, pero así me siento más cómoda... Y no es como si tuviese mucho de donde elegir.- Muchos llegaban con lo poco que tenían, los bendecidos por los príncipes tendrían dos o tres cambios de ropas quizás. Se quedo mirando otra vez a Natasha y demorándose nuevamente en responderle. Siempre había querido tener un cabello oscuro como el de la muchacha... -Estoy desde hace unos meses... Supongo.- No era la única que sentía que el tiempo no pasaba en aquel peculiar lugar, pero había cosas más extrañas aún, cosas que era mejor que se quedaran ocultas.
-Hay más de una razón para volverse loca en el Orfanato, además de la soledad...- Apoyo sus codos sobre la mesa y luego su mentón sobre el dorso de sus manos, su mirada ámbar se veía serena.
-Tienes un lindo cabello.- Soltó de repente mirándola de reojo.
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Re: Los niños buenos comen de todo [Libre]
por Natasha Kuznetsova Lun Nov 04, 2013 3:15 pm
Natasha esbozó una gran sonrisa, como a cualquiera le encantaba ser halagada pero sobre todo con su cabello, era tan largo que le costaba mucho poder peinarse y mantenerlo limpio, pero alguien había notado aquel esfuerzo.
-¡Muchas gracias!- Soltó una risita.
-Tu cabello es precioso, sobretodo su color que es bastante peculiar, eso me encanta.- Dicho esto se acercó apenas unos centímetros y entrecerró los ojos como si eso le ayudara a concentrar la vista.
-Ahora que lo noto, tus ojos también son de un color muy peculiar.-
Acto seguido llevó las manos hacia su propia boca tapándola en un gesto de sorpresa como si se hubiera dado cuenta de algo aun más importante.
Entonces exclamó-¡Eres como un gatito albino! - Volvió a sonreír, era alguien muy expresivo.
-¿Y cómo funciona eso de adorar a dios aquí? He visto que cada uno tiene una creencia extraña en este orfanato o que simplemente creen que la princesa es como un dios.- Inclinó la cabeza en dirección hacia la ventana y se quedó viéndola un momento.
Entonces fue que volvió su mirada al plato de la mesa. -¿Serías mi amiga, Bellsy?- Dijo repentinamente, luego de haberse quedado callada y escuchar el silencio retumbar en sus oídos, su semblante parecía más serio ahora.
-Necesito preguntártelo, ¿Podrías hacerme un favor?- Luego de decir esto volvió su mirada a ella, fija en sus ojos, al mismo tiempo que inclinaba su cuerpo para estar frente a frente.
-Necesito comer, y casi nunca puedo llegar a tiempo al almuerzo y cena. ¿Podrías guardarme tus sobras? Si comes todo tu plato un día, no te pediré nada, pero si puedes... solo búscame.- Hizo una pequeña pausa.
-Los... los amigos se hacen favores, ¿Verdad? Además puedes pedirme uno a mi también. Por favor, Bellsy. - Los ojos de la pelinegra se volvían grandes y brillantes mientras la observaban y sus dedos tocaban la manga de la albina, presionando como para llamar su ateción.
Bluebell von Schweetz
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Re: Los niños buenos comen de todo [Libre]
por Bluebell von Schweetz Vie Nov 08, 2013 1:44 pm
Off rol: Disculpa la demora. Exámenes, exámenes everywhere @_@
Era verdad. ¿A que niña no le gustaba recibir halagos? Especialmente en cuanto a su apariencia. Con lo poco que tenían, aún así, muchas trataban de mantenerse "bonitas" aún cuando a nadie le importara mucho.
Bluebell no se sentía para nada incomoda ante la cercanía de su compañera y menos aún que la mirasen tan cuidadosamente. Su amor por si misma era casi tan grande como su amor por las flores, y que otra persona pudiera apreciar su belleza era algo que la gratificaba bastante. Aunque, la comparación con el "gatito albino" provocó que se ruborizara notablemente no dudo en tomar represalias al respecto. -Entonces tu... Eres como un gatito negro.- Sonrió esperándola reacción de la muchacha, algunos veían con cierto temor a los gatos negros, por el contrario, a la joven monja le gustaban.
-¿Has notado que aunque la Princesa ya no se vea tan a menudo como antes hay quienes siguen adorándola?- Le contestó a su pregunta con otra pregunta y luego, golpeteó rítimicamente sus dedos como pensando sus siguientes palabras. -Aunque no los veas los sigues adorando porque sabes que están ahí, o también aquí.- Señalo su corazón, jamás pensó que terminaría diciendo tan tremenda y empalagosa mentira. Entonces la niña del cabello oscuro cambio por completo de tema, y Bellsy no dudo en cambiar su semblante por uno más serio también.
Dudaba que en aquel lugar pudiese darse una verdadera amistada, pero no había otra cosa más a la que aferrarse. Sus padres y madres estaban muertos, no se podía confiar en los adultos y aún menos en el Orfanato... Solo quedaban ellos. Escuchó sus preguntas y peticiones sin decir una sola palabra o mostrar algún ápice de emoción. Pero en vez de alejarla o algo por el estilo tomó sus cálidas manos entre las suyas apretándolas suavemente.
-Claro que podemos ser amigas.- Su expresión se veía en cierta forma enternecida. -Sobre lo del favor no puedo prometerte nada, pero haré hasta lo imposible por no dejarte morir de hambre Natasha.-
Bluebell no se sentía para nada incomoda ante la cercanía de su compañera y menos aún que la mirasen tan cuidadosamente. Su amor por si misma era casi tan grande como su amor por las flores, y que otra persona pudiera apreciar su belleza era algo que la gratificaba bastante. Aunque, la comparación con el "gatito albino" provocó que se ruborizara notablemente no dudo en tomar represalias al respecto. -Entonces tu... Eres como un gatito negro.- Sonrió esperándola reacción de la muchacha, algunos veían con cierto temor a los gatos negros, por el contrario, a la joven monja le gustaban.
-¿Has notado que aunque la Princesa ya no se vea tan a menudo como antes hay quienes siguen adorándola?- Le contestó a su pregunta con otra pregunta y luego, golpeteó rítimicamente sus dedos como pensando sus siguientes palabras. -Aunque no los veas los sigues adorando porque sabes que están ahí, o también aquí.- Señalo su corazón, jamás pensó que terminaría diciendo tan tremenda y empalagosa mentira. Entonces la niña del cabello oscuro cambio por completo de tema, y Bellsy no dudo en cambiar su semblante por uno más serio también.
Dudaba que en aquel lugar pudiese darse una verdadera amistada, pero no había otra cosa más a la que aferrarse. Sus padres y madres estaban muertos, no se podía confiar en los adultos y aún menos en el Orfanato... Solo quedaban ellos. Escuchó sus preguntas y peticiones sin decir una sola palabra o mostrar algún ápice de emoción. Pero en vez de alejarla o algo por el estilo tomó sus cálidas manos entre las suyas apretándolas suavemente.
-Claro que podemos ser amigas.- Su expresión se veía en cierta forma enternecida. -Sobre lo del favor no puedo prometerte nada, pero haré hasta lo imposible por no dejarte morir de hambre Natasha.-
Natasha Kuznetsova
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Re: Los niños buenos comen de todo [Libre]
por Natasha Kuznetsova Vie Nov 08, 2013 5:26 pm
Off: ¡No hay problema! Bienvenida/o *^*
Natasha se notó el rubor de su compañera y se enterneció de inmediato, Bellsy era una niña muy bonita y parecía bastante tímida, lo cual le enternecía aun más.
De inmediato esbozó una sonrisa y exclamó - ¡Es cierto!- Hizo una pequeña pausa observándola y luego continuó- Solo esperemos que no te traiga mala suerte.-
Se quedó un momento pensativa en cuanto mencionó a la princesa, ahora que lo notaba nunca la había visto en persona, tal vez en visiones o algún tipo de sueño o pesadilla, pero nunca en persona. Si alguna vez lo había hecho, parecía más un espectro que una niña. Su mente se llenó de preguntas sobre ella, era cierto, aunque no estuviera físicamente era un ente o una energía que estaba siempre presente ya sea en pensamientos, en una conversación o simplemente en el ambiente, se podía sentir escalofríos incluso al escuchar su voz.
-Tienes razón.- Contestó a su explicación notando el amor que parecía tener a aquella entidad que si bien era como la princesa, era una entidad universal que le decían 'dios'. Natasha nunca había creído como se debía aunque la habían criado para eso sus nanas y maestros. Su padre se creía más digno de ser dios que el mismísimo dios en el cielo, por eso mismo no le daba importancia a las creencias de su hija, ni tampoco las alentaba.
- ¿Crees que la princesa te castigaría si sabe que adoras a Dios más que a ella? - Se acercó a su oído susurrando para decir esto, no quería que nadie más se enterara de lo que estaban conversando, hasta las paredes tenían oídos. -De cualquier forma, no le diré a nadie.
Sus ojos se abrieron aun más al ver que ella tomaba sus manos entre las suyas y las apretaba gentilmente. -¡Oh! ¡Muchas gracias, Bellsy!- Repentinamente se abalanzó sobre ella y posó sus brazos alrededor de su espalda por sobre sus hombros. La abrazó por un segundo, con suavidad y exaltación, sus ojos continuaban brillantes y enormes mientras que sus mejillas se tornaban rojizas de la alegría, pero se arrepintió en un momento haciéndose hacia atrás.
-Oh, uh, eh- Balbuceó un par de palabras y desvió la mirada hacia cualquier lado menos a ella.
-Lo siento, yo... no sé que... lo siento.- Se aclaró la voz llevando una mano a su cara avergonzada, más que nada por que ella sabía que Bellsy parecía muy correcta y además era superior a ella, si la veían con la pelinegra podrían llegar a burlarse de ella también y eso podría arruinar por completo su amistad.
Natasha se notó el rubor de su compañera y se enterneció de inmediato, Bellsy era una niña muy bonita y parecía bastante tímida, lo cual le enternecía aun más.
De inmediato esbozó una sonrisa y exclamó - ¡Es cierto!- Hizo una pequeña pausa observándola y luego continuó- Solo esperemos que no te traiga mala suerte.-
Se quedó un momento pensativa en cuanto mencionó a la princesa, ahora que lo notaba nunca la había visto en persona, tal vez en visiones o algún tipo de sueño o pesadilla, pero nunca en persona. Si alguna vez lo había hecho, parecía más un espectro que una niña. Su mente se llenó de preguntas sobre ella, era cierto, aunque no estuviera físicamente era un ente o una energía que estaba siempre presente ya sea en pensamientos, en una conversación o simplemente en el ambiente, se podía sentir escalofríos incluso al escuchar su voz.
-Tienes razón.- Contestó a su explicación notando el amor que parecía tener a aquella entidad que si bien era como la princesa, era una entidad universal que le decían 'dios'. Natasha nunca había creído como se debía aunque la habían criado para eso sus nanas y maestros. Su padre se creía más digno de ser dios que el mismísimo dios en el cielo, por eso mismo no le daba importancia a las creencias de su hija, ni tampoco las alentaba.
- ¿Crees que la princesa te castigaría si sabe que adoras a Dios más que a ella? - Se acercó a su oído susurrando para decir esto, no quería que nadie más se enterara de lo que estaban conversando, hasta las paredes tenían oídos. -De cualquier forma, no le diré a nadie.
Sus ojos se abrieron aun más al ver que ella tomaba sus manos entre las suyas y las apretaba gentilmente. -¡Oh! ¡Muchas gracias, Bellsy!- Repentinamente se abalanzó sobre ella y posó sus brazos alrededor de su espalda por sobre sus hombros. La abrazó por un segundo, con suavidad y exaltación, sus ojos continuaban brillantes y enormes mientras que sus mejillas se tornaban rojizas de la alegría, pero se arrepintió en un momento haciéndose hacia atrás.
-Oh, uh, eh- Balbuceó un par de palabras y desvió la mirada hacia cualquier lado menos a ella.
-Lo siento, yo... no sé que... lo siento.- Se aclaró la voz llevando una mano a su cara avergonzada, más que nada por que ella sabía que Bellsy parecía muy correcta y además era superior a ella, si la veían con la pelinegra podrían llegar a burlarse de ella también y eso podría arruinar por completo su amistad.
Bluebell von Schweetz
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Re: Los niños buenos comen de todo [Libre]
por Bluebell von Schweetz Mar Nov 12, 2013 7:14 pm
Por lo general lo gatos negros se asociaban a las brujas, a la peliblanca se le ocurrió que aquella asociación no podía estar más en lo cierto tratándose de alguien como ella, aunque no se veía como una bruja -Alguien con malas intenciones, no que practicase brujería- era como muchos la etiquetarían si la conocieran realmente.
El tema de los Príncipes a veces resultaba como un tabú, muchos no se atrevían siquiera a tocarlo a menos que sea para alabarlos y exaltarlos, meros hipócritas... Aunque ¿Quien era ella para quejarse? Predicaba la palabra de alguien en quien ya no creía. -Quizás.- Con tan solo una palabra contesto libre de temores en cuanto a posibles castigos y reprimendas por parte de los celos de la Princesa. Quien la viese en ese momento no dudaría en pensar que se trataba de una devota dispuesta a soportar todo con tal de defender sus creencias, cuando en realidad no había que temer... Si estaba en esa posición era por algo.
No se esperaba tal exaltado acto de afecto, sus ojos se abrieron grandes y no supo que decir hasta que escucho las disculpas por parte de la muchacha. No estaba acostumbrada a la cercanía de alguien más, pero no le molestaba siempre y cuando no se sobrepasaran. -Me recuerdas a una Violeta de Agua.- Una sonrisa se curvo en los labios de Bluebell, quien tenía por costumbre comparar a las personas con las flores una de sus pocas aficiones o gustos.
El tema de los Príncipes a veces resultaba como un tabú, muchos no se atrevían siquiera a tocarlo a menos que sea para alabarlos y exaltarlos, meros hipócritas... Aunque ¿Quien era ella para quejarse? Predicaba la palabra de alguien en quien ya no creía. -Quizás.- Con tan solo una palabra contesto libre de temores en cuanto a posibles castigos y reprimendas por parte de los celos de la Princesa. Quien la viese en ese momento no dudaría en pensar que se trataba de una devota dispuesta a soportar todo con tal de defender sus creencias, cuando en realidad no había que temer... Si estaba en esa posición era por algo.
No se esperaba tal exaltado acto de afecto, sus ojos se abrieron grandes y no supo que decir hasta que escucho las disculpas por parte de la muchacha. No estaba acostumbrada a la cercanía de alguien más, pero no le molestaba siempre y cuando no se sobrepasaran. -Me recuerdas a una Violeta de Agua.- Una sonrisa se curvo en los labios de Bluebell, quien tenía por costumbre comparar a las personas con las flores una de sus pocas aficiones o gustos.
Natasha Kuznetsova
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Re: Los niños buenos comen de todo [Libre]
por Natasha Kuznetsova Jue Nov 14, 2013 5:00 am
¿Qué se sentiría abrazar más gente? Fue lo primero que se le pasó por la cabeza una vez que se separó de sus brazos. Se sentía extraña, avergonzada y expuesta. No estaba acostumbrada a ser así, no estaba acostumbrada a demostrar, si bien era expresiva e impulsiva todo lo usaba para su beneficio, No creía recordar quién había sido el último ser en presenciar su lado verdadero. Podría decirse que la muñeca más preciada para ella, su única mejor amiga, su silenciosa oyente.
Llevó su mano derecha hacia su brazo izquierdo, apretándolo como una señal de que se sentía incómoda. Sus ojos se posaron nuevamente en la albina quién había hecho una peculiar comparación.
-¿Violeta de Agua?- Repitió para si y luego prosiguió.- ¿Por qué?, ¿Qué es una violeta de agua?- Preguntó la niña curiosa.
Mientras tanto llevó su mirada al rededor de la habitación, en la otra mesa habían grupos definidos de niños mientras que otros estaban solos. Una parte era molestado, la otra parecía planear algo, otro grupo miraba hacia la mesa que ellas estaban sentadas y el último se dedicaba a comer e intercambiar miradas. Le gustaba analizar a la gente, le parecía un pasatiempo divertido.
Observó su propia mesa la cual estaba llena de niños hambrientos como ella y por el contrario también había otros que siquiera querían mirar la comida.
-No deseo causarte problemas, Bellsy.- Dijo casi susurrando, su tono era suave. Sus ojos se posaron en los suyos, se podía notar que lo que Nasha demostraba era sinceridad. Aquellos eran enormes zafiros, ese color tan intenso se remarcaba aquel día y no dejaba de observarla.
-Puedo ver que detrás de esa máscara de pulcritud, eres desconfiada, tal vez casi tanto como yo.- Esbozó una media sonrisa y se le escapó una risita. -Pero podemos sernos de utilidad, la una a la otra... Como buenas amigas. - Su voz se tornaba seria, madura y algo juguetona. Dicho esto se levantó de la silla haciéndola a un lado y acomodándola nuevamente delante de la mesa.
-No te olvides de mi. Ciertamente no me olvidaré de ti.- Musitó mientras pasaba detrás de ella, llevando su dedo índice por el contorno de su silla. -Puedes encontrarme donde sea.
Llevó su mano derecha hacia su brazo izquierdo, apretándolo como una señal de que se sentía incómoda. Sus ojos se posaron nuevamente en la albina quién había hecho una peculiar comparación.
-¿Violeta de Agua?- Repitió para si y luego prosiguió.- ¿Por qué?, ¿Qué es una violeta de agua?- Preguntó la niña curiosa.
Mientras tanto llevó su mirada al rededor de la habitación, en la otra mesa habían grupos definidos de niños mientras que otros estaban solos. Una parte era molestado, la otra parecía planear algo, otro grupo miraba hacia la mesa que ellas estaban sentadas y el último se dedicaba a comer e intercambiar miradas. Le gustaba analizar a la gente, le parecía un pasatiempo divertido.
Observó su propia mesa la cual estaba llena de niños hambrientos como ella y por el contrario también había otros que siquiera querían mirar la comida.
-No deseo causarte problemas, Bellsy.- Dijo casi susurrando, su tono era suave. Sus ojos se posaron en los suyos, se podía notar que lo que Nasha demostraba era sinceridad. Aquellos eran enormes zafiros, ese color tan intenso se remarcaba aquel día y no dejaba de observarla.
-Puedo ver que detrás de esa máscara de pulcritud, eres desconfiada, tal vez casi tanto como yo.- Esbozó una media sonrisa y se le escapó una risita. -Pero podemos sernos de utilidad, la una a la otra... Como buenas amigas. - Su voz se tornaba seria, madura y algo juguetona. Dicho esto se levantó de la silla haciéndola a un lado y acomodándola nuevamente delante de la mesa.
-No te olvides de mi. Ciertamente no me olvidaré de ti.- Musitó mientras pasaba detrás de ella, llevando su dedo índice por el contorno de su silla. -Puedes encontrarme donde sea.
Bluebell von Schweetz
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Re: Los niños buenos comen de todo [Libre]
por Bluebell von Schweetz Vie Nov 15, 2013 6:38 pm
-Es que... Veras.- Y antes de dar una explicación empezó a jugar con sus dedos un poco tímida, algo muy peculiar en alguien que siempre trataba de mostrarse fuerte y discreta ante los demás, sobre todo ante los niños "comunes". Pero Natasha era diferente al resto de los mendigos, lo veía en su mirada había algo de superioridad en ella, además en apariencia era tranquila pero por sus palabras podía asegurar que se trataba de una niña inteligente. -Es una flor que prefiere la compañía de otras como ella. Crecen sobre el agua y son bonitas, de un color lila casi blanco.- Aunque no lo pareciese era complicado también acercarse a la peliblanca, quizás porque aunque no lo demostrase veía al resto de las personas con desdén.
No es que estuviese asumiendo que la joven de cabellos oscuros fuese igual a ella, porque Bluebell podría ser tan narcisista que el mismo Narciso se quedaría corto en cuanto a su amor propio. Como fuese, no cabía duda de que la muchacha podía ver tras su mascara y tenía razón, pero no importaba cuan buena persona fueses en aquel lugar tenías que se desconfiado te guste o no. El silencio reino sobre la falsa religiosa mientras su compañera hablaba, el tema no era como para tomárselo a la ligera después de todo.
Se cruzó de piernas y apoyó sus manos sobre su falda alisándola apaciblemente como si lo que pasase a su alrededor poco o nada le importase y tuviese toda su atención centrada en la persona que estaba su espalda. Aunque para Bellsy el termino "buenas amigas" se refería más a una posible alidada, no creía que algún día podría decirle alguien así desde lo más profundo de su corazón.
Se giro sobre la silla apoyando sus manos sobre el respaldo. -Tampoco te perdería de vista, amiga.- Le dijo con el mismo tono de voz juguetón y algo coqueto.
No es que estuviese asumiendo que la joven de cabellos oscuros fuese igual a ella, porque Bluebell podría ser tan narcisista que el mismo Narciso se quedaría corto en cuanto a su amor propio. Como fuese, no cabía duda de que la muchacha podía ver tras su mascara y tenía razón, pero no importaba cuan buena persona fueses en aquel lugar tenías que se desconfiado te guste o no. El silencio reino sobre la falsa religiosa mientras su compañera hablaba, el tema no era como para tomárselo a la ligera después de todo.
Se cruzó de piernas y apoyó sus manos sobre su falda alisándola apaciblemente como si lo que pasase a su alrededor poco o nada le importase y tuviese toda su atención centrada en la persona que estaba su espalda. Aunque para Bellsy el termino "buenas amigas" se refería más a una posible alidada, no creía que algún día podría decirle alguien así desde lo más profundo de su corazón.
Se giro sobre la silla apoyando sus manos sobre el respaldo. -Tampoco te perdería de vista, amiga.- Le dijo con el mismo tono de voz juguetón y algo coqueto.
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